Señor Jesús, que has prometido no dejar sin recompensa
la más pequeña obra hecha por tu amor,
no olvides los trabajos apostólicos de tu siervo José Gras y su vida dedicada totalmente a hacerte reinar
en el corazón de todos los hombres.
Haz que sigamos su ejemplo y concédenos por su intercesión
el favor que, confiados en tu bondad, te pedimos. Amén
(Con aprobación eclesiástica)
Para ser ministros al servicio
del Evangelio es ciertamente
útil y necesario el estudio con
una atenta y permanente formación
pastoral, pero todavía
es más necesaria esa “ciencia
del amor”, que sólo se aprende
de “corazón a corazón” con
Cristo. Él nos llama a partir el pan de su amor, a perdonar los
pecados y a guiar al rebaño en su nombre. Precisamente por
este motivo no tenemos que alejarnos nunca del manantial del
Amor que es su Corazón atravesado en la cruz.
Sólo así seremos capaces de cooperar eficazmente con el misterioso
“designio del Padre”, que consiste en “hacer de Cristo el
corazón del mundo”. Designio que se realiza en la historia en
la medida en que Jesús se convierte en el Corazón de los corazones
humanos, comenzando por aquellos que están llamados
a estar más cerca de él, los sacerdotes.
Benedicto XVI
Para la salvación de los espíritus arrastrados por el engaño
a las filas de los que hoy combaten a la Iglesia, no debemos los
que en ella obtuvimos, sin mérito nuestro, el altísimo ministerio
del sacerdocio permanecer ausentes de esa gran lucha …”. José Gras y Granollers